Es interesante comprobar que, en algunas ocasiones, hacer afirmaciones sin evidencia científica es como predicar en el desierto y cuando se trata de masajes de belleza, ya ni os lo cuento. Esta breve introducción me permite, ¡por fin!, explicar los innumerables beneficios que ofrece un masaje facial, pero… Chan, chan, chan con respaldo científico.
Sí, así es señores y señoras. Recientemente, un estudio neurocientífico realizado por Natura Bissé en colaboración con la Universidad de Murcia y Starlab ha revelado los increíbles efectos positivos de los tratamientos faciales manuales en el bienestar mental.
Estos resultados han confirmado lo que muchos de nosotros ya sabíamos por experiencia propia: los tratamientos faciales no solo mejoran la apariencia de la piel, sino que también tienen un impacto significativo en nuestra salud mental y emocional.
Uno de los beneficios que más me ha llamado la atención es el aumento de la autoestima: puede alcanzar un 67%. Sí, has leído bien, ¡hasta un 67%! Es impresionante.
Este estudio demuestra de manera concluyente que el simple acto de cuidar tu piel puede tener un impacto significativo en tu salud mental y emocional. Cuando te dedicas tiempo para ti mismo/a y recibes un tratamiento facial, estás enviando un mensaje poderoso a tu cerebro: "me merezco este cuidado, me valoro". Y este cambio de mentalidad se refleja en tu autoestima y bienestar general.
Reducción de los niveles de estrés percibido
Este tipo de masaje puede reducir los niveles de estrés de varias formas:
-Relajación muscular: Durante un masaje facial, se aplican movimientos suaves que ayudan a relajar los músculos faciales y del cuello disminuyendo la tensión acumulada. La relajación muscular está estrechamente relacionada con la disminución del estrés en el cuerpo.
-Estimulación de puntos de acupresión: El masaje facial a menudo implica la estimulación de puntos de acupresión en el rostro y el cuero cabelludo. Esta estimulación contribuye a liberar endorfinas, que son neurotransmisores que actúan como analgésicos naturales.
-Mejora de la circulación sanguínea: Los movimientos suaves del masaje facial aumentan el flujo sanguíneo en la cara y el cuero cabelludo estimulando la circulación y la expulsión de toxinas del cuerpo.
-Reducción de la tensión emocional: El masaje facial también puede tener un efecto calmante sobre la mente. El contacto físico y la atención personalizada reducen la tensión emocional y promueven la relajación mental.
Mejora de la calidad de la piel y la apariencia facial
El masaje facial mejora sin lugar a dudas la calidad de la piel y la apariencia facial de varias maneras:
-Estimula la circulación sanguínea: Los movimientos suaves del masaje facial oxigenan la sangre, aumentan el flujo sanguíneo y la nutrición celular promoviendo la salud y la vitalidad de la piel.
-Tonifica los músculos faciales: Durante un masaje facial, se aplican diferentes maniobras con el objetivo de tonificar y fortalecer los músculos faciales. Es una manera de prevenir la flacidez y retrasar el envejecimiento. Como resultado, se obtiene un aspecto facial más juvenil.
-Reduce la retención de líquidos: Ciertas técnicas de masaje facial, como el drenaje linfático, pueden disminuir la inflamación y la retención de líquidos en el rostro, especialmente en las bolsas debajo de los ojos, mejorando así el aspecto general de la cara.
-Estimula la producción de colágeno y elastina: El masaje facial estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para mantener la elasticidad y el tono de la piel. Un aumento en la producción de estas proteínas mejora la resistencia y la textura de la piel.
-Promueve la relajación: El estrés puede tener un impacto negativo en la piel, causando problemas como brotes de acné, piel opaca y envejecimiento prematuro. La reducción del estrés también puede llevar a una disminución en los niveles de cortisol, lo cual beneficia la salud de la piel.
Aumento de la autoaceptación y el empoderamiento personal
El masaje facial puede producir un aumento de la autoaceptación y el empoderamiento personal por varias razones:
-Promueve la conexión mente-cuerpo: Durante un masaje facial, se promueve la conexión entre la mente y el cuerpo mediante el contacto físico y la atención individualizada. Esta conexión puede ayudar a las personas a estar más presentes en su cuerpo y a cultivar una mayor conciencia de sí mismas.
-Fomenta la relajación y el bienestar: Cuando una persona se siente relajada y en paz consigo misma, es más probable que experimente sentimientos positivos hacia su cuerpo y su apariencia.
-Mejora la autoimagen: Al mejorar la circulación sanguínea y el estado de la piel, el masaje facial puede potenciar la imagen personal mejorando así la percepción de uno mismo.
-Promueve la conexión emocional: Durante un masaje facial, el contacto físico facilita la liberación de hormonas del bienestar, como la oxitocina, que están vinculadas con la conexión emocional y la confianza. Esta sensación de conexión puede contribuir a fortalecer la autoaceptación y el empoderamiento personal.
-Fomenta el autocuidado: Tomarse el tiempo para recibir un masaje facial es un acto de amor propio, que contribuye a aumentar la autoestima y el empoderamiento personal.
El método científico
El estudio se realizó en un grupo de 33 voluntarios de entre 25 y 60 años, quienes recibieron un tratamiento facial de 60 minutos de duración. Se realizaron mediciones instrumentales y encuestas antes y después del tratamiento para evaluar los efectos en el bienestar mental. Los resultados fueron sorprendentes: los voluntarios reportaron una mejora significativa en su bienestar emocional, autoestima y percepción de la piel.
Beneficio emocional de cuidarse
En una sociedad donde el estrés es omnipresente, los tratamientos faciales manuales se presentan como una herramienta efectiva para combatir el estrés y mejorar el bienestar mental. La conexión táctil durante el masaje facial ayuda a reducir la actividad del sistema nervioso, disminuyendo así los niveles de cortisol y promoviendo la relajación profunda.
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